NUY
El 7 de Agosto de 2014 se materializó una idea que me rondaba por la cabeza: abrir una tienda de ropa femenina. El nombre que le puse: “Nuy”. Mi proyecto no contemplaba un comercio de tipo tradicional, sino que se basaba en conceptos más modernos. Por ejemplo, vender ropa que se renovaría semana a semana, de modo que no veríamos los modelos languideciendo en el escaparate día a día hasta llegar a aburrir. Otra característica innovadora sería que el precio de los productos sería por completo asequible a la gran mayoría de mujeres. ¡Ah y, por supuesto, estaríamos siempre comerciando con las tendencias de moda más actuales!.
¿Les extraña si les digo que al principio me dijeron que estaba un poco loca? Siempre que alguien se atreve con algo nuevo suelen decírselo. Yo no hice mucho caso de los pronósticos negativos. ¿Por qué? Porque contaba con un ingrediente que suele impulsar las cosas hacia delante: la ilusión. Pero la ilusión no es suficiente, luego viene el trabajo intenso y el procurar que lo que se promete al cliente no es una simple frase de márketing, sino que es verdad.
Puede que estuviera loca, pero el caso es que la tienda se llenó de clientas que confiaron en nosotros y a las que no defraudamos. En una palabra y sin querer sonar prepotente: el proyecto triunfó. Podía haber sido flor de un día, fruto de la curiosidad de la gente y se la simple novedad, pero si echan una mirada por la tienda, verán que el montón de señoras sigue allí (y no son las mismas, se lo aseguro, ja, ja).
Después se abrió tienda en Tortosa, más tarde en Peñíscola y Alcañiz. En estos días iniciamos la venta on line. Estoy contenta. ¿Es mi propósito convertirme en una especie de Amacia Ortega que se haga millonaria con su expansión por el mundo? No, mi locura no llega a tanto. Lo que quiero es seguir contando con la fidelidad de mis maravillosas clientas y ver que salen felices de mis establecimientos. Eso ya es mucho, la verdad. Y como soy muy cabezota, creo que lo conseguiré. ¿Saben por qué? Porque aquella ilusión inicial del 2014 continúa estando intacta, renovada y fuerte. La ilusión es un motor infalible, el trabajo, también.